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El taller en Cúcuta se realizó con una diversidad poblacional que abarcó desde los 20 a los 78 años de edad. Se destaca la participación de diversas comunidades indígenas (UWA, Motilón-Barí), campesinas y líderes de diferentes procesos sociales y comunitarios. También participaron de manera activa los defensores territoriales. Se realizó acompañamiento psicosocial por parte de psicólogas para brindar apoyo emocional en caso de que fuera necesario. Esta ciudad, permitió una participación organizada y activa, se incluyó el taller de curaduría de objetos para comprender el concepto de itinerancias, y la importancia que tienen los elementos físicos en los espacios de conocimiento como lo es el caso del museo de derechos humanos de la Defensoría del Pueblo.

En Cúcuta, se incluyeron reglas de juego para una participación más organizada y activa, y se destacó la importancia del arte y la cultura en la ciudad. Las piezas fueron más elaboradas y se resaltó la necesidad de acompañamiento psicosocial durante los talleres. Los asistentes propusieron exhibir los resultados en la Fiesta del Libro de Cúcuta y recomendaron la gestión de recursos de cooperación internacional.

La Defensoría del Pueblo y Maloka se comprometieron, más allá de integrar las piezas que se produjeron en los talleres en la exposición interactiva dando los créditos respectivos, a entregar la metodología de los talleres, compartir fotografías a los participantes, otorgar certificados de participación y conversar con aliados regionales e internacionales para difundir los resultados del ejercicio.

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