Las comunidades de San José del Guaviare, Buenaventura, Cúcuta y Santa Marta estuvieron creando piezas artísticas que representan cómo ha sido su lucha y resistencia en sus territorios a través de la defensa de los derechos humanos de sus comunidades. La mayoría de ellos incluso han arriesgado su vida y su seguridad para proteger y defender la vida de otras personas.

Las comunidades de San José del Guaviare, Buenaventura, Cúcuta y Santa Marta estuvieron creando piezas artísticas que representan cómo ha sido su lucha y resistencia en sus territorios a través de la defensa de los derechos humanos de sus comunidades. La mayoría de ellos incluso han arriesgado su vida y su seguridad para proteger y defender la vida de otras personas.

Las comunidades de San José del Guaviare, Buenaventura, Cúcuta y Santa Marta estuvieron creando piezas artísticas que representan cómo ha sido su lucha y resistencia en sus territorios a través de la defensa de los derechos humanos de sus comunidades. La mayoría de ellos incluso han arriesgado su vida y su seguridad para proteger y defender la vida de otras personas.

Las comunidades de San José del Guaviare, Buenaventura, Cúcuta y Santa Marta estuvieron creando piezas artísticas que representan cómo ha sido su lucha y resistencia en sus territorios a través de la defensa de los derechos humanos de sus comunidades. La mayoría de ellos incluso han arriesgado su vida y su seguridad para proteger y defender la vida de otras personas.

El taller en Santa Marta se realizó con población desde los 18 años hasta los 75 años. La presencia de comunidades indígenas (Pueblos de la Sierra Nevada y Chimila) fue predominante en comparación con otras regiones. Se contó con la participación de estudiantes de la Universidad del Magdalena y profesionales de otras instituciones, lo que permitió enriquecer el proceso creativo, también se contó con un gran número de mujeres y personas afrocolombianas. Contar con la participación de esta diversidad de grupos de la comunidad genera espacios de diálogo en torno a cómo se perciben los derechos humanos en el territorio.

En San José del Guaviare, el taller contó con una diversidad poblacional, incluyendo personas desde los 18 hasta los 65 años. Hubo de manera equilibrada mujeres, jóvenes y hombres de comunidades indígenas (Resguardos Embera y Jiw) y campesinas del departamento de San José del Guaviare.

Personas con ocupación de liderazgos políticos y sociales, víctimas y sobrevivientes del conflicto armado. Esto permitió recoger diversidad de opiniones y puntos de vista tanto artísticos como sociales sobre las problemáticas de la región. Cada persona participó de manera conjunta en las estaciones de pintura y escritura. El tema estuvo orientado a rescatar la importancia del liderazgo sobre la defensa de los DDHH en el territorio y la defensa del mismo a través de la escritura y las pinturas.

El taller en Cúcuta se realizó con una diversidad poblacional que abarcó desde los 20 a los 78 años de edad. Se destaca la participación de diversas comunidades indígenas (UWA, Motilón-Barí), campesinas y líderes de diferentes procesos sociales y comunitarios. También participaron de manera activa los defensores territoriales. Se realizó acompañamiento psicosocial por parte de psicólogas para brindar apoyo emocional en caso de que fuera necesario. Esta ciudad, permitió una participación organizada y activa, se incluyó el taller de curaduría de objetos para comprender el concepto de itinerancias, y la importancia que tienen los elementos físicos en los espacios de conocimiento como lo es el caso del museo de derechos humanos de la Defensoría del Pueblo.

El taller en Buenaventura se realizó con una diversidad poblacional que abarcó desde los 20 a los 78 años, en su mayoría población afrocolombiana y tres personas de la comunidad indígena Nasa. Las lideresas y líderes fueron participativos y activos, demostrando un amplio nivel de compromiso y de crítica durante el desarrollo de los días del taller. Tanto mujeres y hombres, también víctimas y sobrevivientes del conflicto armado participaron en igualdad de condiciones en este ejercicio creativo, dando sus puntos de vista y contando la manera cómo vivieron o viven el conflicto en sus territorios.